El pasado fin de semana coincidiendo con el Puente del Pilar, se celebró en el concejo de Cangas del Narcea, la XIII edición de la Fiesta de la Vendimia. Una de tantos eventos que se celebran en Asturias y que ha recibido el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Regional, desde el año 2012.

Los caldos de Cangas del Narcea ya se exhiben  en el mapa  de España y  son reconocidos en guías de referencia como la de Peñin donde las puntuaciones que alcanzan son elevadas. En el año 2012, el Pésico, el Castro de Limes blancos y el Lumés tinto lograron un 93 sobre 100.

Si por algo se caracteriza el territorio sur occidental asturiano es porque muchas de su cepas centenarias se encuentran localizadas en un terreno de difícil acceso. La distribución del viñedo en terrazas, impide la mecanización, ello supone un esfuerzo extra al viticultor,  esto es, la viticultura heroica.Cangas del Narcea, La Vendimia

CERVIM, Centro de Investigación, Estudio, Salvaguarda, Coordinación y Valoración de la viticultura, es el organismo internacional encargado de establecer los criterios para dicha distinción.

  • Las cepas han de estar localizadas a una altura superior de 500 m con respecto al nivel del mar.
  • El terreno ha de tener un 30 % de desnivel.
  • Las viñas se encuentran en terrazas.
  • Viticultura de las pequeñas islas. Algo que no sucede en nuestra tierra pero sí, en la comarca del Rosellón francés.

Entre las actividades organizadas en la Fiesta de la Vendimia, se realizaron visitas guiadas a diferentes bodegas del concejo. Alguna de ellas, cuenta con la certificación de DOP, Denominación de Origen Protegida y la adhesión al CERVIM, como es la Bodega Monasterio de Corias, cuya elaboración se realiza en la recuperada bodega benedictina del Monasterio San Juan Bautista de Corias.

Este monumento, fundado en el s. XI, fue declarado Bien de Interés Cultural. Así mismo y desde el pasado verano del 2013, se inauguró como Parador Nacional, siendo uno de los establecimientos más grandes de la red de Paradores.

Además de las joyas artísticas que esconde este Monasterio, Cangas posee otra, el albarín blanco, una variedad de uva, autóctona, de color verde – amarillento y brillante, adaptada al clima y suelo. Una de sus peculiaridades, es que no requiere una inmediatez en su consumo, incluso puede mejorar a lo largo de los dos o tres años posteriores.

Las calles de la capital canguesa, también se llenaron de numerosos puestos de artesanos con sus piezas, bodegueros de la zona, banda de gaitas, actividades infantiles e incluso un showcooking  organizado por la DOP de Cangas.

El tiempo, pese a las previsiones desfavorables, acompañó hasta casi al final de un Puente pasado por vino.