Hoy se cumplen diez días desde del acto organizado a través de la Asociación Profesional de Guías de Asturias de la que soy miembro “Premios Apit 2014”.

Un acto sencillo pero emotivo en un marco privilegiado como es el Real Instituto de Estudios Asturianos – RIDEA- localizado en el Palacio de los Condes de Toreno en la Plaza Porlier.

Esta Institución creada en el año 1945, tiene como objetivos la conservación, investigación y fomento en el ámbito científico, artístico y cultural de nuestra región.

¡ Qué mejor escenario para celebrar la II Edición de los Premios Apit!

 

El 20 de marzo es el día elegido para la celebración de los premios, si bien este año, se ha adelantado un día. Se hace coincidir con la muerte del rey astur Alfonso II  apodado El Casto quien fijó su corte en la capital asturiana. Durante su reinado se levantaron varias iglesias y palacio, como los restos de la actual Iglesia de San Tirso y la de Santullano o San Julián de los Prados declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Premios APIT 2014La impronta que Alfonso II dejó en la región y especialmente en la ciudad de Oviedo, merece que uno de los premios lleve su nombre .

Este año recayó en Juan Ignacio Ruiz de la Peña, profesor y catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo. En el año 1977 entra a formar parte del IDEA – actual RIDEA – siendo uno de los miembros más jóvenes de la Institución. Además  ha sido Director de la casa donde se entregaron  este año los premios.

El premio realizado en gres por el Taller Laborna, en Siero, representa la imagen de Alfonso recogido en el Libro de los Testamentos, obra conservada en el Archivo de la Catedral de Oviedo. La importancia de ella reside en el conjunto de documentos jurídicos, donde se incluyen todos los testamentos de los reyes ovetenses y leoneses, desde Alfonso II hasta Alfonso V.

Igualmente se hicieron entrega el  Premio Francisco Monje concedido a la Congregación de monjas del Monasterio de San Pelayo, “Las Pelayas” y el Premio Asturias de Honor a Don Antonio García Millán, miembro honorífico de la Asociación. Hizo un recorrido de su experiencia como guía, cargado de anécdotas que hicieron sonreír a los allí presentes.

Una vez concluido el acto, pudimos disfrutar  de una deliciosa copa de sidra brut acompañada de unos originales bombones con el logo de la asociación ” la Cruz de la Victoria” .  La original descansa a tan solo unos metros de distancia, en la Cámara Santa junto con otras joyas preciadas, símbolos de Asturias y de la ciudad de Oviedo.