Ya han pasado ocho días del temporal que asoló la costa asturiana, y con ello el Museo del Calamar Gigante. Recuerdo que por estas fechas, hace un año, con mis colegas de APIT asistíamos a una de las jornadas de formación a este equipamiento.
Fue el propio Luis Laria, director del Museo y presidente de la Coordinadora para el Estudio y Protección de Aves Marianas (CEPESMA) quien nos dio una cálida bienvenida para continuar con una charla magistral sobre los calamares gigantes. Un hombre que lleva dedicada más de dos décadas a la conservación del medio marino y que hizo de este equipamiento un referente a nivel mundial. ¿ Y por qué ? os preguntareis, porque el Museo del Calamar Gigante acoge la colección de cefalópodos más completa del mundo.
Desde el Museo de Historia Natural de Washington, dos de los calamares allí expuestos desde el 2008 durante cinco años, provenían del Museo de Calamar. Concretamente, una hembra de 11 metros y 137 kilos y un macho de 7 metros y 60 kilos se convirtieron en el reclamo de la exposición. No es para menos ¿ verdad? A cualquier persona ver de primera mano semejante calamar hace que le quede grabado en su memoria de por vida. Algo así me había sucedido la primera vez que los ví con 16 años en el albergue juvenil, antes de la construcción del actual equipamiento. Los museos en Norteamérica son gratuitos, ¡imagínate colas de americanos esperando turno para verlos!
Cada año aparecen ejemplares en nuestras costas, siendo portada de periódicos y avances en los informativos. El pasado mes de agosto aparecía un calamar gigante de casi 80 kilos cerca de la playa del Merón , Villaviciosa. Después cae en el olvido, pero afortunadamente no para todos. Y ahí está la importante labor que se desarrolla desde el CEPESMA, no sólo de conservación sino también de investigación. Recordemos que los 50.000 € recibidos por el acuerdo con el Museo de Historia Natural de Washington fueron destinados a tal fin.
Considero necesario que se mantenga esta institución por el presente, pero también por el futuro de la vida marina. Desde la Cofradía de San Timoteo, sus vecinos no se han quedado de brazos cruzados y han abierto un número de cuenta para cualquiera que desee realizar un donativo. Ellos ya han sido los primeros, además de generosos; desde nuestra asociación APIT ya se aportado un granito de arena. No olvidaré ese viernes ventoso y lluvioso de 2013 con mis compañeros escuchando las palabras de Luis en la Salón de Actos del Museo del Calamar.
Cajastur: ES1220480069783404001793
Así mismo quiero condenar los actos de vandalismo, que este fin de semana tuvieron lugar en lo que queda de equipamiento. Sin comentarios, confío que se adopten las medidas oportunas al respecto.
Es de obligada responsabilidad que nos concienciemos del valor de este del potencial natural que Asturias posee. Si no dejaría de ser PARAÍSO NATURAL.